Wednesday, June 23, 2010

Tristante, Jerónimo. El enigma de la calle Calabria. MAEVA, 10. 300 páginas. 18 euros

No conocía yo la existencia de este escritor, profesor de biología, al que parece que no se le da mal el arte de la literatura. Lleva escritas cuatro novelas de misterio, con estilo y forma de folletín, y todas han tenido éxito. Desde luego no sería la primera persona que compaginara su quehacer profesional, antagónico, con la literatura.

Este tipo de novelas de misterio y folletinescas son fácilmente detectables. Están hechas para el gran público, y el escritor nos introduce en la acción ya en la primera línea. Pueden ser policíacas, de terror, de costumbres o simplemente de misterio. En todo caso los sucesos que se narran suelen ser en ocasiones, delictuosos, de pobreza extrema en los barrios bajos, en contraposición a las clases adineradas y, lo que es más importante, el misterio se viste de abundante dosis truculenta, con descripciones desagradables sobre situaciones de miseria, de homicidios, de amores imposibles en los que se esconde el engaño.

Habría que afirmar por tanto, que El enigma de la calle Calabria no es una novela fácil. Está escrita para entretener y, sobre todo, para dar una visión social y política de la Barcelona de la segunda mitad del siglo XIX. Pero los pasajes escabrosos no son para cualquier paladar, y si uno quiere descansar, inhibirse del trabajo cotidiano, esta obra de Tristante puede ser poco adecuada: un terror nocturno que nos haga despertar sobresaltados y empapados en sudor en medio de la noche.

Creo sinceramente que debo hacer esta advertencia. No es que se trate de una novela “fuerte”, sino desagradable. Pero cuidado, estos relatos morbosos (contenidos, sin pasarse) tienen su público, lectores que por leer una novela de acción, dejan de lado la aparente ensoñación escabrosa, la sensación de terror esotérico.

Yo mismo ha leído esta novela con placer, disfrutando de la prosa de Jerónimo Tristante y su fantasía creadora para formar unos personajes con perfiles de lo más variopintos.

Juan Carlos Eizaguirre
23.6.10

Monday, June 21, 2010

Läckberg, Camilla. Crimen en directo. MAEVA, 10. 414 páginas.

¿Es Crimen en directo una novela policíaca, con retazos costumbristas? ¿O no será más bien una novela costumbrista con retazos policíacos? Se podría afirmar sin temblar el pulso, que el tema tratado es la boda de Erica y Patrick (el competente policía de Tanum, en Suecia), ayudados por sus parientes y amigos más cercanos. Y debo añadir que estos pasajes en ningún momento derivarán, ni coincidirán con el que parece el núcleo argumental. Sí, porque se puede afirmar con rotundidad que la novela de Läckberg es policíaca (para orientar al lector, en un 75%).

Pero hay que tener en cuenta esos pasajes no policíacos, que dotan al argumento de un tono entrañable. Ahí están el nacimiento de Naja, la recuperación del fracaso matrimonial de Anna, del que salió psíquicamente destrozada, ya que su marido perdió la vida en un accidente de carretera, en plena tramitación del divorcio. O también cabe añadir los ingenuos intentos celestinescos de Erica por unir a Dan con Anna.

Pues bien, ninguno de estas derivaciones del argumento principal, influyen para nada en los sucesos y derivaciones finales que llevarán a la detención del o de los asesinos.

He confesar que me ha gustado ese tono “a se” de la vida de familia y sus relaciones sociales. Se hace creíble. Patrick trabaja duro, con la conciencia clara de que está desatendiendo sus deberes de esposo y padre (tienen una hija).

Pero es que el poco habitual asesinato se las trae. Al principio parece un accidente de automóvil y exceso de alcohol, pero los médicos forenses descubren unas marcas en la boca y garganta de la supuesta conductora borracha. Si a eso le añadimos que la conductora no probaba el alcohol (ni la más mínima gota), el suceso requiere abrir una línea de investigación. Al comienzo será una maraña de datos indescifrables y sin sentido pero, poco a poco, van apareciendo casos similares en poblaciones, algunas cercanas, otras lejanas de Tanum. Y siempre los mismos métodos y el mismo perfil del asesinado. Y ahí se quedan ustedes, que yo me bajo, para no destripar la novela.
Y ya, para terminar, hay que afirmar que Camilla Läckberg sigue su camino. Se le puede alabar desde varios puntos de vista. Pienso que el primero es humanizar la novela policíaca. Ya ha habido intentos y logrados (Dorothy Sayers es el que me viene a la cabeza). Después, dibuja, diseña, esculpe (escojan las palabra que quieran) cómo son sus personajes, dejando en un segundo plano ambientes y paisajes. No así los ambientes sociales, donde es una maestra. Y por fin, la imaginación, la capacidad de contar historias inspiradas, bien trabadas y creíbles.

De todas formas, en honor a la verdad he de decir, que las tres novelas precedentes me han parecido mejores. De modo que, ánimo!

Juan Carlos Eizaguirre
11.6.10