Monday, February 27, 2012

Barnes, Julian. Pulso. Editorial Anagrama, 2011. 259 páginas.



Julian Barnes es uno de los escritores ingleses actuales que figura en cabeza de los mejores artistas que dominan le expresión narrativa en la literatura. Es muy conocido y apreciado en nuestro país, pienso que porque posee un amplio registro de temas a tratar en sus obras. Goza de una exuberante imaginación, capacidad de fabular, logrando interesar al lector: unas veces por su trama entretenida y bella, pero otras, por su contenido profundo de la realidad del ser humano, de sus defectos, de cuestiones, en fin, cuajadas de calado, en las que vierte su visión sobre la vida del género humano - no siempre acertada -, la libertad, el hecho religioso...


Por otro lado hay que reafirmar la presencia de la pulcritud y el entretenimiento. No podemos calificar a un escritor diciendo, simplemente, que es bueno y que domina todo tipo de expresión literaria. Muchas de las obras de Julian Barnes, son un monumento al buen quehacer de un hombre de reputación contrastada.


Sin embargo, en la presente obra: Pulso, que es un conjunto de catorce relatos cortos en los que vierte sus opiniones ingeniosa y arteramente. En Pulso, decía, hay algo que no me gusta que los artistas “manoseen” en exceso. Me refiero al erotismo, entendido como una forma amorosa que sólo se basa en la genitalidad, en el goce físico y egoísta, obviando el amor como donación, entrega mutua y la creación de la familia.


Me deprime. Algunas veces solo son frases de tonos procaces, en otras intervienen más la pasión y el egoísmo y, desafortunadamente, se nos presentan unos hechos con graves defectos de forma.


Ya se sabe: somos libres. El que no quiera leerlo, que no lo compre. O al revés.




Juan Carlos Eizaguirre


13.2.12


Thursday, February 02, 2012

Läckberg, Camilla. Las huellas imborrables. MAEVA, 2011, 525 páginas.


Me sorprendo cada vez que veo surgir un talento literario (en este caso narrativo), prácticamente de la nada. Camilla Läckberg, una mujer joven, hastiada de los derroteros que va trazando su vida. Sobre todo encaminada a la Carrera de Funcionario económico de su país y las oposiciones que prepara. Decide plantearse su vida y se topa con la literatura, acudiendo, curiosa, a un curso organizado al efecto. Y aquí comienza a soñar: éxito total desde su primera novela negra y, así hasta siete; sin bajar la guardia.

Tengo la seguridad de que estamos ante una persona con el don de la escritura. No ha acudido a seminarios de aprendizaje, ni se ha movido en un ambiente literario, tratando a los grandes hombres y mujeres consagrados a la gloria. No se puede afirmar alegremente que cada novela que publica es mejor que la anterior. No. Ella ubica sus personajes, un matrimonio entre escritora y policía en su lugar natal. Fjällbacka (Suecia), y algunos personajes de sus historias hacen pensar cierto mimetismo entre la escritora y su marido, con esos personajes.


Por otro lado, es de agradecer el ambiente relajado, sencillo y a veces irónico por donde transcurre la trama. Aunque desde luego no hay que olvidar que todas sus novelas comienzan con un asesinato… cómo poco: y la guita se va enredando. Es decir, que hay tensión, intriga, verdadera preocupación por los seres queridos, hay amistad y odio, en fin, podría seguir varias páginas. Perdonen, pero creo que sólo una mujer es capaz de hacer con pericia semejante popurrí y que además suelen suceder en el mundo real.


¿Y qué hago yo comentando las excelencias de esta escritora y no comentando esta novela? Pues sí. Es un buena manera de hacer propaganda: “Una novela increíble…” Pero sí daré una pista: estamos ante un relato dividido en el tiempo. No es exactamente una serie de flash back; se anuncia el cambio temporal, por capítulos. Pero posee un buen pulso narrativo. Y además, sin llegar a ser una novela coral, muchos son los personajes, asunto difícil de manejar, aunque sea para ocultar al o a los culpables.


Nos encontramos, en definitiva ante una novela negra o Thriller, ya no sé, de calidad, destacando de entre tanta basura que ofrecen los mercados.


Aunque no hay más que una situación irregular de pareja y de personajes muy poco intervinientes, existe un fondo deshumanizado, egoísta, el “todo vale”, que nace del Relativismo, de un enfoque nihilista del mundo, de la vida y de las relaciones humanas. A una persona con un poco de seso no se le escapará la tristeza de ese mundo en el fondo de su nada pesimistoide. Pero también afirmo: hay aspectos positivos y virtudes, amistad, trabajo…


Juan Carlos Eizaguirre
1.2.12

Wednesday, February 01, 2012

Ruiz Zafón, Carlos. El prisionero del cielo. Editorial Planeta, 2011. 379 páginas



Como muchos lectores sabrán, Carlos Ruiz Zafón comienza a ser un escritor de largo recorrido, con creaciones literarias desde 1993. Pero es con su trabajo La sombra del viento cuando irrumpe en la literatura a nivel mundial en 2001. Se podría afirmar que es un hecho sin precedentes, pero no es verdad; hay un buen número de artistas que conocieron la fama en su ópera prima. No obstante, hacer esa afirmación es una manera de reconocer sus méritos.


El prisionero del cielo es la tercera entrega de una tetralogía en la que el autor recrea su ciudad natal, Barcelona, durante la Guerra Civil de 1936, colocando al primer personaje distante en el tiempo (1955 y ss) y narrando en primera persona.

Estamos ante una novela cruda, como las dos precedentes, se palpa el rencor, utiliza el histrionismo como burla vengativa, tanto para vencedores como vencidos.


Además del submundo que recrea, hay unas esotéricas interpretaciones sobre vivos y muertos: un pasado reciente que todos pretenden ocultar.


Creo que se encuentra ente lo extravagante y lo folletinesco. Me parece que la mayor virtud del escritor es saber tener bien tensada la cuerda del argumento; en ese sentido es correcto que Ruiz Zafón atrapa al lector y, por tanto, se origina una especie de relación de amor & odio. La intriga capta, pero la presentación, el envoltorio, la escritura: el estilo, es poco o nada brillante, no hay fluidez, ni siquiera naturalidad.


Es de justicia afirmar que La Sombra del Viento es incomparablemente mejor aún contando con los mismos mimbres y menos experiencia.


Yo no sé si en último término nuestro escritor ha conseguido o conseguirá reflejar el horror de unas fechas tan terribles para España durante la Guerra Civil. Desde luego lo intenta, pero algo escondido subyace; quizá un hondo dolor en Carlos Ruiz Zafón.


No es una novela para entretenerse, por su acritud. Tampoco es formativa, porque los hechos son inventados o con verdades a medias. En fin…


Doctrinalmente ofrece algún reparo. Alguna concesión al erotismo muy de pasada. Habría que atender más al odio, la crueldad, la situación irregular de una pareja que acaba casándose, alusiones a una vida anterior desordenado. Pero también el amor, la fidelidad, los valores familiares, la valentía.




Juan Carlos Eizaguirre


30.1.12

Pancol, Katherine. El vals lento de las tortugas. Edita La Esfera de los Libros. 634 páginas. 21,90 euros.



Pancol está en poder de un currículum en el que se podía adivinar su futura vocación de escritora desde mucho tiempo atrás. Comenzando por sus estudios superiores, que culminaron en un doctorado en Letras Modernas. Sin olvidar sus primeros quehaceres profesionales de docente, impartiendo clases de francés y latín. Pero a esta inquieta mujer, trasladada con sus padres y hermanos a París, cuando contaba sólo cinco años, no le satisface su trabajo de profesora. Es el comienzo de su etapa periodista, que no ha abandonado y que ha sabido compaginar con su vocación de escritora de libros. Digo libros, en general, porque ha escrito casi quince, y todavía es una persona joven. No quiero hablar, pues de su etapa anterior, porque me resulta desconocida.


Sin embargo, ha triunfado con sus dos (o tres; está en la Red) novelas: Los ojos amarillos de los cocodrilos y su continuación: El vals lento de las tortugas. El ejemplar que yo tengo es una tercera edición. Triunfó en Francia la primera novela: más de un millón de libros vendidos; estamos hablando del 2006. Y la que ahora vamos a comentar iba por los doscientos mil libros en 2008 en Francia.


Estamos ante una novela costumbrista. Muchos podrían aducir que es un trabajo realista. Yo creo que no. Katherine Pancol ha sabido recrear el ambiente parisino de la gente corriente y sus sentimientos, deseos, defectos; y ese otro aspecto más glamoroso y, a veces, arquetípico, de la burguesía, la bohemia, el arte, el buen vivir… Lo hace con maestría; no sé si resulta una cursilería decir que se notan sus años de estudio y enseñanza, abrazada a la literatura. No sé, pero yo creo que cuenta, que relata lo que ve, cambiando lo obligado: nombres, lugares, situaciones…


Joséphine, que es la protagonista principal, es una mujer tímida, casada, con dos hijas. Su marido, en paro, la abandona (en la anterior novela muere en África; parece), sus hijas, sobre todo la adolescente Hortense, son insoportables y admiran poco a su madre. Pero ésta, ya lo demostró en el primer libro es una excelente investigadora medieval y escritora de fama. Esto último provocado sin quererlo por su alocada hermana Iris, que ha caído de lo más alto de la mundana gloria, aun estercolero social, en el que han intervenido, entre otros, ella misma y su marido Philippe, que se ha enamorado de Joséphine. Extraña relación. Si ha esto añadimos una serie de familiares más, vecinos, la portera, la posibilidad de que el marido de Joséphine no esté muerto… y un ladrón que ataca en la noche… y mata.


Qué decir. A veces triunfa un fecundo realismo literario, otras veces nos encontramos ante una novela de astracán, de misterio, de enredo y concesiones constantes al erotismo. No me refiero a descripciones de marranadas que no haríamos delante de nuestros hijos, o de nuestros padres… Bueno, habrá algunos bestias que sí. Me refiero, más bien, a ese ambiente sensualón donde se maltrata al sexo, haciéndole partícipe solo, del goce físico y dejando a un lado el amor. Me parece una actitud egoísta y poco sincera. El amor posee muchos más contenidos que mejoran la calidad de la pareja. Y lo más importante no es DAR, sino DARSE. Es una pena que, gozando de tantos escritores con talento, los contenidos resultan fatuos, violentos, esotéricos, sin fuerza y siempre con derecho de pernada.


Novela amena, pero prescindible. Estamos cayendo en una avalancha sumisa al gusto de los lectores. Número de ventas, números de traducciones. Folletines al uso para una humanidad descerebrada que se conforma y divierte con las cáscaras de los cacahuetes.


Juan Carlos Eizaguirre


13.12.11