Turguéniev, Iván S. HUMO. Editorial Alba, 2003. 300 páginas.
HUMO fue traducida del ruso al castellano en 2003, y es una de las mejores novelas del autor o, por lo menos, de las más comprometidas. Supongo que de todos es conocido el espíritu crítico negativo de Turguéniev sobre su país natal, al que tacha de atrasado y feudal, donde la libertad no existe (estamos hablando del siglo XIX) y se desprecia con insuficiencia todo lo proveniente de occidente. Tan solo las formas galantes del ambiente cortesano europeo son, según él, patéticamente parodiadas en los círculos aristocráticos de Sampetersburgo o Moscú.
Por otro lado, Turguéniev fue un apasionado de la civilización occidental, pero su compromiso por traer a Rusia la democracia y la libertad yacen escondidos en su alma, consistiendo sus obras en un ligero descontento, basado en un fondo costumbrista, pero con un estilo inigualable.
HUMO no es así; por eso he afirmado al principio que es una de sus mejores novelas, por que el escritor se quita la careta y arremete contra todo lo que el considera atrasado y perjudicial para su patria: las costumbres afrancesadas, el nacionalismo excluyente, que desprecia todo lo que sea extranjero: me refiero a la falta de un estilo democrático, el desprecio de los avances científicos, culturales y sociales si no salen del alma rusa… Y un largo etcétera. Pero ya a mediados del siglo XIX se comienza a respirar en Rusia cierto ambiente de libertad, sobre todo para los campesinos (la mayor parte de su población), que vivían estancados en un sistema feudal ya superado en Europa en el siglo XV; aparecen los primeros escarceos políticos, con dos bandos diferenciados: el aristocrático y el popular. Por eso, pienso, Turguéniev se atreve a hablar con claridad en HUMO sobre su tierra en la que, por cierto, vivió pocos periodos de tiempo, refugiándose sobre todo en Alemania.
No estamos ante un ensayo sobre temas sociales. Se trata de una novela con personajes sacados de la vida real, que viven apasionadamente; que aman, discuten y son capaces de llegar a la muerte por honor.
El argumento de la novela se sustenta en un adulterio, aunque yo lo dejaría, usando el feliz término, de un triángulo amoroso. El personaje principal, Litvínov se ve acorralado en sus sentimientos; él ya está comprometido con Tatiana, pero en una estancia en Baden Baden, vuelve a encontrarse con su primer amor de juventud, la aristocrática Irina. Ambos siguen enamorados, pero Irina ya está casada… El argumento está servido; y entre las líneas argumentales de esa dramática historia, Turguéniev va introduciendo sus opiniones sobre la vida y la política.
Una novela muy recomendable de leer.
Juan Carlos Eizaguirre
9.12.08
HUMO fue traducida del ruso al castellano en 2003, y es una de las mejores novelas del autor o, por lo menos, de las más comprometidas. Supongo que de todos es conocido el espíritu crítico negativo de Turguéniev sobre su país natal, al que tacha de atrasado y feudal, donde la libertad no existe (estamos hablando del siglo XIX) y se desprecia con insuficiencia todo lo proveniente de occidente. Tan solo las formas galantes del ambiente cortesano europeo son, según él, patéticamente parodiadas en los círculos aristocráticos de Sampetersburgo o Moscú.
Por otro lado, Turguéniev fue un apasionado de la civilización occidental, pero su compromiso por traer a Rusia la democracia y la libertad yacen escondidos en su alma, consistiendo sus obras en un ligero descontento, basado en un fondo costumbrista, pero con un estilo inigualable.
HUMO no es así; por eso he afirmado al principio que es una de sus mejores novelas, por que el escritor se quita la careta y arremete contra todo lo que el considera atrasado y perjudicial para su patria: las costumbres afrancesadas, el nacionalismo excluyente, que desprecia todo lo que sea extranjero: me refiero a la falta de un estilo democrático, el desprecio de los avances científicos, culturales y sociales si no salen del alma rusa… Y un largo etcétera. Pero ya a mediados del siglo XIX se comienza a respirar en Rusia cierto ambiente de libertad, sobre todo para los campesinos (la mayor parte de su población), que vivían estancados en un sistema feudal ya superado en Europa en el siglo XV; aparecen los primeros escarceos políticos, con dos bandos diferenciados: el aristocrático y el popular. Por eso, pienso, Turguéniev se atreve a hablar con claridad en HUMO sobre su tierra en la que, por cierto, vivió pocos periodos de tiempo, refugiándose sobre todo en Alemania.
No estamos ante un ensayo sobre temas sociales. Se trata de una novela con personajes sacados de la vida real, que viven apasionadamente; que aman, discuten y son capaces de llegar a la muerte por honor.
El argumento de la novela se sustenta en un adulterio, aunque yo lo dejaría, usando el feliz término, de un triángulo amoroso. El personaje principal, Litvínov se ve acorralado en sus sentimientos; él ya está comprometido con Tatiana, pero en una estancia en Baden Baden, vuelve a encontrarse con su primer amor de juventud, la aristocrática Irina. Ambos siguen enamorados, pero Irina ya está casada… El argumento está servido; y entre las líneas argumentales de esa dramática historia, Turguéniev va introduciendo sus opiniones sobre la vida y la política.
Una novela muy recomendable de leer.
Juan Carlos Eizaguirre
9.12.08
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