Monday, May 04, 2009

Archer, Jeffrey. El impostor. Mondadori, 2009. 575 páginas. 19,90 euros.

Jeffrey Archer sigue intentando mantenerse en la cresta de la ola, dentro del mundo literario. No pretendo yo calificar negativamente la obra de este autor británico; ni mucho menos. Pero sí ponerle, a mi juicio, en su lugar. Y ese lugar es una honrosa segunda fila mundial. Cuidado, no estoy diciendo que sea un autor del montón que, por cierto son bastantes; esa segunda fila mundial a la que me refiero es una especie de elite, pero que no llega a posicionarse a la altura de la media docena de escritores de thrillers que están en lo más alto. Porque estamos hablando de ese género literario, claro está: la novela malamente llamada best seller y de su gran difusión por todo el mundo.

Pero ateniéndonos al trabajo que nos ocupa, habría que comenzar afirmando que se trata de un buen libro, a la altura de Archer, que posee la virtud de captar la atención del lector por su ingenio y por el desarrollo de la trama; que está escrito no sólo con corrección, sino con brillantez. Lo brillante no quiere decir rimbombante; es más bien sencillo, pulcro y natural; rápido, flexible, ingenioso… A eso llamo yo un estilo brillante.

Pero sin embargo hay algo que chirría en esta novela de Archer. Quizá puedan ser estos dos aspectos; que el lector juzgue. El primero: el comienzo es un poco premioso, lento, le cuesta remontarse y coger velocidad de crucero. Es verdad que se trata de un juicio por asesinato, pero precisamente por eso; esa técnica para despegar y meter al lector en la trama se hace pesada; sobre todo cuando estamos acostumbrados a inicios más airosos de otros autores, incluso del propio Archer.

Y el segundo aspecto que podría hacer chirriar a la novela: una fabulación exagerada, poco creíble. El modo en que es condenado el protagonista, su huida de la cárcel y posteriores andanzas, que no digo para no destripar el argumento, están demasiado retorcidas. Ya sé que se trata de una novela, pero el modo de fabular tiene que ser correcto, sensato.

De todas formas tengo que decirles que he disfrutado con la novela, y que la he leído velozmente, cosa que significa una buena señal.


Juan Carlos Eizaguirre
4.5.09

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