Wednesday, February 16, 2011

Littell, Robert. The Company. Espasa, 2009. 1.339 páginas.

Littell es ya un veterano escritor estadounidense poco conocido en España. La novela que tenemos ahora en nuestras manos fue un arduo trabajo, que comenzó en el 2004 y concluyó en 2003. Adaptándola antes al cine. Por fin una Editorial española se ha decidido a publicar esta magna obra, que comprende cronológicamente desde su fundación hasta el final de la guerra fría.

Verdaderamente es una magna obra; ambiciosa, que consigue, al menos así lo pienso, cumplir todas las expectativas de su autor. Es decir, no aislarse del rigor histórico, pero manteniendo ocultos o cambiados, nombres y lugares; intercalando algún suceso “sacado de la manga”, para amenizar la acción.

Así me afirmo a aventurarlo, pues este que se dirige a ustedes vivió algunos de los más relevantes episodios que se narran (naturalmente desde su casa en Europa). Por ejemplo: el desastre americano en la Bahía de Los Cochinos; los misiles soviéticos en cuba y el consiguiente bloque de la Isla por parte de E. E. U. U. En este momento todo el Planeta esperaba con dramática realidad una nueva guerra mundial. Y no digamos nada del intento de golpe de Estado contra Gorbachov y Yeltsin, felizmente abortado. Y se puede decir que todos estos avatares los vimos televisados en directo, menos el de la Bahía de los Cochinos.

En fin, Littell da muestra de una pericia extremada como escritor. Hay que tener mucho sentido de los tiempos de cada relato, la mesura con que dispone las actitudes sentimentales de los personajes, siendo una novela coral, no lo parece: dosifica muy bien su presencia. Es en definitiva un gran tapiz en el que no se observan defectos, porque todo el trabajo está detrás, en los nudos que se hacen para sujetar y exponer la gran obra.

No se arredren ante un libro tan extenso. Es muy entretenido y veraz. Cuando a los americanos les “toca ser los malos”, son los malos. No es una propaganda yankee. Yo he pasado unos ratos estupendos. ¡Ánimo! No lo dejen para el verano. Tengan en cuenta que sí, efectivamente, crea personajes de ficción que se enredan con otros personajes reales, pero que están inspirados claramente en algunas personas o agentes conocidos de la CIA (como es el caso de «El Brujo», Torriti, uno de los personajes más interesantes.

Juan Carlos Eizaguirre
16.2.11

0 Comments:

Post a Comment

<< Home