Friday, September 25, 2009

Indridason, Arnaldur. La mujer de verde. RBA, 09. 296 páginas. 15 euros.

El autor (Reikiavik, 1961), ha escrito hasta la fecha dos novelas del mismo género, entre policíaco y Thriller. Me parece pronto para hacer una afirmación rotunda sobre sus derroteros literarios, a pesar de ser un reputado periodista y crítico literario; y además de dos premios a sus espaldas.

Pero veamos la novela en cuestión. Como toda obra que aspire a ser denominada policiaca, la acción es absorbente desde el primer momento. Tras el hecho de encontrar un esqueleto humano cerca de una casa de campo, la policía se pone en acción para averiguar la antigüedad de éste y las circunstancias de su muerte que se puedan deducir.

Es a partir de aquí donde surgen los mimetismos de toda novela actual tipo Thriller: jefe de policía con problemas familiares o lobo solitario e incansable trabajador, ayudantes de segunda clase, trama argumental compleja, tanto en la diversidad de subtemas como en la secuencia temporal y solución feliz con unas gotas de acritud.

Este es el trabajo que Indridason nos presenta. Respecto a la calidad literaria no se puede decir más que es una novela escrita con corrección. Pero tiene un valor añadido que hace que este tipo de libros triunfe; es la capacidad fabuladora y el bien narrar de su autor. Aquí se nos muestra con un excelente genio creativo, que consigue que la novela entretenga y haga pasar un buen rato de ocio.

Pero respecto a otros aspectos de más calado, como las cuestiones sociales, la delincuencia, la familia, la muerte, son como máscaras incorporadas fríamente, por necesidades del guión.


Juan Carlos Eizaguirre
25.9.09.

Thursday, September 24, 2009

Wilson, Sloan. El hombre del traje gris. Editorial Los libros del asteroide, 09. 375 páginas. 21,95 euros.

Nos encontramos ante una excelente novela, escrita a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado. Fue la obra que abrió a Wilson las puertas de la gloria literaria, para poder dedicarse plenamente a lo que él deseaba con todas sus fuerzas: ser escritor y vivir de esa profesión.

El hombre del traje gris tuvo el acierto de reflejar vívidamente la sociedad de Estados Unidos después de la II Guerra Mundial: recuperarse anímica y moralmente del conflicto bélico tan atroz, sanear sus finanzas y estabilizar el mundo laboral, buscar, en fin, seguir siendo la primera potencia mundial.

Para ello no había otro camino. Pragmáticos como son (así los dibuja Sloan Wilson), se pusieron manos a la obra: trabajo, trabajo, trabajo; no importa en qué situación de la escala social. Se trataba de hacer una tupida tela de araña que sostuviera todo el tejido social de la vida de los americanos. Y lo consiguieron.

Pero… Si uno se atiene a la historia que refleja la novela, los hechos fueron los antedichos; añadiendo además que ese tipo de sociedad de culto al dinero, dejando en un segundo o tercer plano el descanso familiar, las relaciones sociales… en fin, las múltiples posibilidades que ofrece un fin de semana sin trabajo; si uno se atiene a eso, repito, ya hay algo que censurar. Pero si además de eso se conocen otros aspectos políticos o sociales que han removido los cimientos de esa democracia tan antigua, es fácil explicarse por qué las siguientes generaciones han resultado tan poco, si se me permite la expresión, herederas de hombres y mujeres tan correctos.


La generación posterior a los cincuenta parirá el movimiento hippy y de denuncia social contra la ecología y las guerras. Los hijos del divorcio les explotarán en la cara. El consumismo será un nuevo fin de la vida. Y la delincuencia vuelve a dispararse como en los años 20 y 30. Por no hablar de la violencia racial.

Eso sí. El trabajo es su lema y siguen siendo la primera potencia junto con La Unión Soviética. De Estados Unidos se importa a Europa ese movimiento radical de protesta, que prende como la estopa: mayo del 68.

¿Pero qué estoy hablando yo? Perdonen. Sigo con la novela. Es excelente. Muy pegada a la realidad. Con un hilo argumental siempre tenso del que derivan varias historias, para converger entre sí, hecho con mucha maestría.

Estén atentos a esta Editorial; está sacando libros muy buenos. No se pierdan esta obra magna de Sloan William. Vale la pena, para tener un buen conocimiento de nuestra actual civilización de principios del siglo XXI.

Juan Carlos Eizaguirre
24.9.09