Tuesday, March 30, 2010

Silva, Lorenzo. La estrategia del agua. Destino, 10. 377 páginas. 18,50 euros

Ha vuelto Lorenzo Silva a dar vida a su policía investigador de la Benemérita, el brigada Bevilacqua, un antihéroe al estilo español, divorciado y todo, con un hijo preadolescente con el que mantiene una buena relación. No estamos ante uno de esos thrillers al uso. La estrategia del agua es una novela policíaca española. Escrita por una español y el modo de actuar, de vivir, de interpretar la ley, de trabajar de los españoles.

Tampoco es una crítica ácida a la policía y a los tribunales. No. Es más, el caso del que trata la novela se resuelve en un fin de semana. Se intenta sólo de que Lorenzo Silva, al son de una acción policial y judicial, ha querido (y lo ha conseguido) pintar un cuadro costumbrista de lo español. En este caso en una situación de homicidio.


No se debe ni se puede comparar esta novela con un thriller, no tiene ese estilo, esa sinuosidad morbosa y acelerada; brillantes personajes, aún en sus torpezas, los atractivos ambientes y perfiles de los protagonistas… Silva pasa de todo eso, y el equipo del brigada Bevilacqua se mostrará siempre laborioso, tenaz, pero con defectos que les hacen estar muy cercanos al lector, como así mismo la juez y otros personajes de menor entidad.

Desde luego hay un intento claro por parte del autor de pormenorizar los perfiles psicológicos de sus personajes principales. Pienso que no son acertados pero, cuidado, no son acertados, porque son muy extensos. Yo no sé si Lorenzo Silva se habrá dado cuenta (es difícil para el escritor en sus propias novelas) de que narrando la acción está retratando magníficamente a sus personajes. Por eso pienso que hay pasajes, cuyo único fin es la presentación, que sobran. Por ejemplo, la conversación primera del brigada con su teniente coronel, o la cena con la sargento Chamorro.

Buena novela de Lorenzo Silva. No pasará a la historia de sus mejores trabajos, pero sí es una muestra que es un escritor muy asentado y que, paradójicamente, no ha terminado su carrera. A Lorenzo Silva le falta todavía “esa gran novela”.

Juan Carlos Eizaguirre
29.3.10

Tuesday, March 09, 2010

Connolly, John. Los amantes. Tusquets, 10. 329 páginas. 20 euros.

Entre los escritores de thrillers que triunfan, John Connolly posee algo peculiar. Ya desde su primera novela, Todo lo que muere, el autor nos sumerge en el lado oscuro y trágico de la vida y, lo curioso es que no nos muestra otras facetas de la vida más positivas u optimistas que, es obvio, también existen.

El mundo en el que vivimos, según Connolly, es siniestro, está lleno de odio, sólo hay amistad en pequeñas dosis, si se puede hablar así. Las sombras del mal son un conjunto de venganzas frías y sádicas; la misma defensa propia queda en cuestión, cuando se mata por ese motivo.

Leyendo lo hasta ahora escrito, cualquier lector podría dudar de si leer a Connolly o no, pensando en lo aterrador que parece que son sus novelas. ¿Es cuestión de gustos? No lo sé. Lo que sí afirmo es que nuestro hombre es un gran novelista, que arrastra con su ingenio y su buen hacer, llevando al lector por los caminos de la trama con suavidad y como empujándolo por el misterio.

Esta es la palabra clave, misterio. Pienso que hay un gran público al que satisface leer obras de misterio; y si éstas son de categoría literaria, mejor. Porque he de añadir que en los párrafos anteriores, aunque se advierte un tono misterioso, no es nada en comparación con lo que a continuación intentaré explicarles.

Y es que en las obras de John Connolly, unos personajes más son los demonios. Con una carga satánica estremecedora y bien fabulada. Sí, en sus primeras novelas aparecen tímidamente como visiones de fantasmas, pasando más tarde a seres extraños, hasta que por fin dan la cara, buscando castigar (por algún motivo) a personas concretas y a los que las rodean.

¿Por qué el detective Charlie Parker está en su lista de condenados? ¿Por qué hace unos años mataron sádicamente a su esposa y a su pequeña hija? El detective no lo sabe. Sólo sabe que se siente acosado, que le han anulado su licencia y que en cualquier momento, desde la oscuridad, disfrazados de criaturas humanas aparecerán. Parker está solo. Louis y Gabriel, dos amigos de dudosa reputación son sus amigos incondicionales y expertos en la utilización de todo tipo de armas.

Hay algo en el pasado de Parker (en sus padres) que debe ser la causa de su vida siniestra. Y se pone investigar.

Un pero. Se aprecia que Connolly ha estudiado el tema y, por eso mismo, debería saber (lo sabe) de la existencia de los ángeles de luz: los ángeles buenos, los ángeles de la guarda. Debería sacarlos a colación en estas luchas contra los actores del mal.


Juan Carlos Eizaguirre
9.3.10

Tuesday, March 02, 2010

Läckberg, Camilla. Los gritos del pasado. MAEVA, 09. 383 páginas.

Me parece que esta joven y prometedora escritora sueca ha publicado tres novelas, a medias entre el thriller y la obra policíaca clásica. Confieso que las he leído, cronológicamente, al revés, pero ello no ha sido obstáculo para hacerme una idea de que nos encontramos ante una gran escritora del género, de la que habría que destacar principalmente el domino del suspense. No se trata sólo de una intriga bien llevada y salpicada con acción trepidante y sucesos delictuosos; no, me refiero al suspense en toda la extensión de la palabra: de esa atracción por la trama que hace que cueste interrumpir la lectura del libro. Lógicamente, porque así debe hacerse, la va dosificando hasta alcanzar un climax mediada la obra, que no hace si no crecer hasta el final.

De otra parte, un aspecto que también me ha gustado mucho es el dominio descriptivo de los ambientes y situaciones por los que pasan los personajes. Por ejemplo: la ola de calor veraniego en Fjällbacka (Suecia) o el embarazo de Erica.

Con estas dos herramientas y una capacidad expositiva sencilla y clara avanza por su historia con gran seguridad, haciendo muy creíble su capacidad de fabular, cosa que en ocasiones podría hacer chirriar a más de un intelecto, pero ella para todo tiene explicación.

Aunque trata bien a sus personajes (faltaría más), no destaca por ser una excelente dominadora de descripción de perfiles humanos ni retratos psicológicos. Puede ser una carencia de nuestra escritora, pero me extraña. Más bien pienso que el papel que juegan la descripción de ambientes y el suspense, hace pequeñitos a los protagonistas, hundidos ante tanta maldad y falta de resultados positivos en la investigación de la policía.

No hay que olvidar que Los gritos del pasado versa sobre una serie de asesinatos de mujeres en un largo lapso de tiempo tanto, que no se sabe si la autoría es de una misma persona o varias; que los cuerpos (algunos) aparecen juntos, como si se tratase de un asesinato ritual; pero esos cuerpos pertenecieron a mujeres muertas en muy distintas fechas. En fin, ése es sólo el comienzo de una entretenida novela escrita con clase por una mujer que, a mi juicio, se abrirá paso, si no lo ha hecho ya, en el amplio mundo de la literatura de ficción, policíaca, de thrillers… o como quiera llamársele.


Juan Carlos Eizaguirre
2.3.10