Saturday, August 25, 2007

Cervantes, Miguel de. El ingenioso hidalgo DON QUIJOTE DE LA MANCHA. Edición, Introducción y Notas de MARTÍN RIQUER, de la Real Academia Española. Planeta, 1990

No estoy, mejor dicho, no tengo condiciones para decir nada nuevo sobre EL QUIJOTE. Lo que sí me interesa en esta breve reseña es, establecer las comparaciones con otra “gran novela madre”. La obra del inglés Henry Fielding: LA HISTORIA DE TOM JONES, EL EXPÓSITO, cuya reseña publiqué en esta página hace unas semanas.

Lo primero que habría que destacar es la distancia en el tiempo: Cervantes publica EL QUIJOTE en 1607, un siglo antes que Fielding, que bien pudo beber de las fuentes del Siglo de Oro Español; y no sólo del Quijote, sino de las Novelas Ejemplares y otros escritos del manco de Lepanto y demás autores.

Sin duda se aprecia cierto paralelismo en el hilo que sustenta el argumento de ambas novelas: un varón sufriente y desposeído de fortuna, junto a un criado más preocupado por sí mismo que por su señor, son poco comprendidos y aún perseguidos por gentes con supuesta buena fe unos, y aprovechadores de infortunios otros.

También ambas tienen un fin pedagógico. Cervantes: criticar las Novelas de Caballerías, y Fielding exaltar el valor de varias virtudes, como el honor, la amistad, la honradez, con ese tonillo de moralina puritano tan suyo. Bien es verdad que la tarea ejemplarizadora de éste es más abundante y prolija, pero por ello más pesada.

Y qué decir de los ambientes. ¿Cómo se pueden aunar La Mancha con las verdes praderas del sur de Inglaterra? Sí, hay un nexo de unión: los protagonistas son el pueblo llano y, en todo caso, cierta nobleza rural de poca alcurnia.

¿Copia Fielding a Cervantes? Diría más bien que se inspira en él. Y por ello pienso que al lector contemporáneo le será más atractiva la obra del escritor ingles. ¿Por qué? Porque la trama es más ambiciosa por, extensa y deleitable, pero también por la aparición de otro fenómeno: el enredo, unido a la comicidad.

Después de leer lo que he escrito más arriba, me quedo un poco desconcertado. ¿Es mejor obra la de Henry Fielding que la de Miguel de Cervantes? Creo que aquel se apoya en éste..., pero yo he leído y releído más a gusto las aventuras de TOM JONES, EL EXPÓSITO.

Juan Carlos Eizaguirre
24.8.07

Wednesday, August 08, 2007

Fielding, Henry. LA HISTORIA DE TOM JONES, EL EXPÓSITO. Cátedra, 1997. 1195 páginas.

Walter Scott, dijo de Henry Fielding, que fue el “padre de la novela inglesa”. Es una frase acertada, y la presente novela es el ejemplo más singular de toda su obra.

Efectivamente, hasta finales del siglo XVII, la novela en Inglaterra pasa por un periodo de penuria, donde las narraciones sobre hechos bélicos y grandes gestas son los temas preferidos de los escritores. Pero con la aparición de TOM JONES, Fielding dará a la novela el tono realista y costumbrista, con personajes, digamos, de carne y hueso; héroes algunos, otros simples ciudadanos. De esta manera el autor nos muestra lo que de verdad es la sociedad de su tiempo, con sus sucesos grandes o insignificantes. La persona corriente se convierte en el principal protagonista y, por ello, la novela a partir de ahora, será un vehículo más cercano, más humano. Podría decirse en frase conocida que: la novela es el espejo de la vida

Antes de continuar, he de decir que este fenómeno artístico ya lo habíamos descubierto en España un siglo antes. Me refiero, naturalmente al Quijote de Miguel de Cervantes, aunque haya notables diferencias en la manera de seleccionar las tramas o los tipos de personajes. Dentro de unos días haré un breve comentario comparativo, al respecto.

En concreto, la diferencia más notable es la tendencia moralizante permanente del autor inglés. No podía ser de otro modo; nos encontramos en este siglo XVII y en los siguientes con el fenómeno del puritanismo anglicano, que trata de censurar las conductas que, según su criterio, son perniciosas. En ocasiones Fielding se nos muestra excesivamente puritano, aunque la trama de la novela y su exposición no ahorren escenas y situaciones moralmente reprobables.

La historia de Tom Jones es una historia de amor, en que las situaciones límite por las que pasarán el propio Tom y su prometida Sofía, junto con otros personajes, no dejarán indiferente al lector. Será atrapado por un complejo argumento, resuelto con pericia y claridad. También las descripciones psicológicas y de ambientes nos muestran la excelente pluma de Fielding, del que se puede decir que “le salió una novela redonda”. Un poco extensa, eso sí, pero que vale la pena ir degustándola poco a poco. Típico libro de mesilla de noche.


Juan Carlos Eizaguirre
8.8.07

Friday, August 03, 2007

Roth, Joseph. JOB. Acantilado, 2007. 218 páginas.

Quizá esta novela sea la que más retrata el modo de ser, pesimista y cambiante, de Joseph Roth, al presentarnos una historia muy parecida a la del JOB de la Biblia. Biblia que como buen judío, Roth conocía bien: un hombre “bendecido” por Dios con una bella mujer y unos buenos hijos; rico en ganados y tierras; una gran prosperidad, en suma.

Es entonces cuando Satanás le “reprocha a Yahvé” que es fácil ser un buen judío piadoso, con tanta fortuna; que le desposea de todo lo que tiene: ¿cuál será entonces la postura de Job? Yahvé hace caso de la propuesta de Satanás, y hunde a Job en la miseria: pierde todos sus bienes, mueren su mujer e hijos... Hay un conato de rebelión por parte de Job, que se queja a su Dios de tanto infortunio, pero permanece (más o menos) fiel a su religión: “El Señor me lo dio; el Señor me lo quitó. Bendito sea su nombre”.

En el caso de la presente novela de Joseph Roth, algo parecido viene a suceder a un hombre, llamado Mendel Singer; en éste caso no es rico, pero las desdichas le van abatiendo de una manera que resulta asfixiante hasta al propio lector. Quizá los momentos más duros son los de la emigración a América desde algún lugar del suroeste de Rusia, dejando a un hijo tullido medio abandonado, en manos de unos vecinos; y los distintos sucesos, que no relato, para no destripar la novela.

Mendel Singer se distancia de Yahvé, abandona la religión, quedándose ésta en un mero caparazón... hasta que Dios vuelve a aparecer en su vida, perdonando más que restituyendo; y el arrepentimiento de Mendel se verá recompensado por la recuperación de muchas de las cosas que había perdido.

Todas las novelas de Roth poseen este corte desgarrador que, pese a su corta vida – 45 años – le hicieron ser un escritor de fama del periodo de entreguerrras. Esta novela de 1930, tres años antes de caer en las garras del alcohol, y fallecer por intoxicación etílica en 1939, en Paris.


Juan Carlos Eizaguirre
1.8.07