Tuesday, December 19, 2006




Forsyth, Frederick. EL AFGANO. Plaza y Janés, 2006. 334 páginas. 21 euro

Se trata de una buena novela de entretenimiento.

Hace ya algunos años que se vienen denominando a las novelas de acción con la palabra Thriller, tomada de las películas del mismo género, tan abundantes. Yo no calificaría de thriller esta obra de Forsyth. Es más bien una novela de espionaje. Es decir: una trama compleja y una capacidad de fabulación coherente, secuencias en paralelo, explicaciones técnicas... y a veces, un poco de confusión

A pesar de lo dicho hasta ahora, se lee con interés. No decae el pulso narrativo, que discurre por los caminos de la intriga y la aventura de un espía inglés que trata de introducirse en la red terrorista de Al-Queda, para averiguar un inminente atentado que puede cambiar el curso de la historia.

Aunque no hay descripciones de excesiva violencia, sí se puede apreciar el odio, no dando importancia a que se pueda asesinar por ello.

Juan Carlos Eizaguirre
19.12.00

Monday, December 04, 2006

Grisham, John. EL PROYECTO WILLIAMSON. Una historia real. Ediciones B, 2006. 413 páginas. 21 euros.

Después de año y medio sin publicar nada (por lo menos en España) John Grisham vuelve, pero con una novela distinta a las que tiene acostumbrados a sus lectores. Sin dejar su tema preferido (abogados, juicios, condenas con tono de thriller), en esta ocasión se centra sobre uno hechos reales que me han recordado a la novela de Truman Capote A SANGRE FRÍA, por tratarse de sucesos reales en torno a dos crímenes y las posteriores indagaciones de la policía, juicios, condenas, recursos...

Efectivamente cambia su estilo narrativo, que se convierte en periodístico con claridad y concisión, aunque con muchos (son necesarios) datos. En ocasiones puede fatigar al lector esa minuciosidad, pero vale la pena perseverar en la lectura, porque retrata muy bien a los personajes y el ambiente judicial, al que en ocasiones denuncia por su falta de profesionalidad.

La historia y sus ramificaciones atrapan desde el primer momento. De todas formas el lector se encuentra imbuido en un ambiente sórdido ( varios asesinatos y conductas delictivas, descripciones del lugar de los crímenes ) que le puede molestar, pero no hay ninguna concesión al erotismo.

El tema de la muerte le lleva al autor a hacer consideraciones religiosas (que pone en boca de sus personajes) bastante atinadas. Y en medio de la podredumbre moral hay personas honradas, abnegadas, con un sentido positivo de la vida.