Tuesday, January 20, 2009

Connolly, John. PERFIL ASESINO. Tusquets, 2009. 367 páginas. 20 euros.

PERFIL ASESINO, reeditada en 2008, es la segunda novela de John Connolly traducida al español hará cuatro o cinco años. Habiendo leído ya seis de sus trabajos, he llegado a la fácil conclusión de que estamos ante un escritor original. Sus libros se salen de los cánones convencionales tanto de la novela policíaca como de los thrillers, aunque hay que decir que se sirve de ambos para construir parte del armazón de la historia o historias de cada una de sus novelas. Pero hay algo más; quizá sea un cierto tono siniestro que no incurre en el terror ni en el sadismo, pero que sí puede resultar muy desagradable a muchos lectores. Me refiero, por ejemplo, a las descripciones de cómo quedan los cadáveres después de un asesinato, el aspecto físico de los asesinos…

Me dicen, yo no lo he encontrado y tampoco he puesto excesiva diligencia en ello, que ha escrito recientemente un libro dedicado a los niños, en el que explica por qué es tan crudo en los temas que trata y en la forma de describirlos. Realmente estoy muy interesado en conocer las intenciones de fondo de este autor, pues me da la sensación de que hay cierta denuncia social; sobre todo a la impotencia de las fuerzas del orden para frenar a los asesinos en serie y los abusos sexuales a menores.

Por eso su protagonista principal es un justiciero detective privado, Charlie Parker que, después de ser asesinadas su mujer y su hija, deja la policía y se dedica a “impartir justicia” por su cuenta, matando sin piedad a toda una serie de seres malignos a los que la policía no llega. Esto último es un guiño a la novela negra tradicional americana, que algo de eso hay en el antihéroe detective Parker, que también ha tenido problemas con la bebida e incumplido muchas veces las leyes en su trabajo de búsqueda de criminales.

Pero es que además no todo queda ahí. Parker sufre mucho en su mundo interior. Lo que Connolly llama los fantasmas interiores, se le aparecen al detective de una manera difusa y prácticamente irreconocible; unas veces son buenos, otras agentes del mal. Casi siempre suele ser durante el sueño. Estas situaciones recurrentes a lo largo del libro conducen al lector a hacerse una idea frágil de Parker, cosa que no resulta así. Es como una pequeña trampa, para amenizar el relato, que da muy buen resultado.

Les recomiendo que lean a Connolly. Entre la muchedumbre de escritores de novelas de intriga o thrillers, es uno de los pocos que destaca o, diciéndolo de una manera menos demoledora, está en el pelotón de cabeza.

Juan Carlos Eizaguirre
19.1.09

Saturday, January 17, 2009

Chappell, Fred. ME VOY CON VOSOTROS PARA SIEMPRE. Libros del Asteroide, 2008. 235 páginas.

ME VOY CON VOSOTROS PARA SIEMPRE es la primera novela traducida al español de Fred Chappell (USA 1936). Es decir, un autor desconocido en nuestro país que, además, ha cultivado sobre todo la poesía, género más bien minoritario, debido a las altas cotas de sensibilidad que se necesitan poseer para disfrutar y crear en ese ámbito de la literatura.

Sin embargo, aquí y ahora, nos encontramos ante una novela corta compuesta por una sucesión de relatos con los mismos personajes; sobre todo nos encontramos con la presencia de Jess, muchacho entre niño y adolescente que da tintes autobiográficos a la obra, pues la acción se desarrolla en una granja de Carolina del Norte, y Jess lleva una vida muy parecida al joven que fue Fred Chappell, y que posteriormente estudió en la universidad de ese Estado y fue profesor de literatura durante cuarenta años hasta su jubilación.

Deteniéndonos en algunos aspectos concretos de la novela, podemos decir que ésta destila originalidad y encanto; posee una fina ironía no exenta de cierta nostalgia por el recuerdo de un pasado que ya no será nuca jamás. El autor juega con los personajes, a los que crea con trazo vigoroso y firme, con gran cariño, a veces con histrionismo. En fin, que si a esto le añadimos la brillantez, pulcritud y cercanía del estilo, hay que decir que es una “gozada” leer ME VOY CON VOSOTROS PARA SIEMPRE. Al menos yo he pasado unos momentos excelentes. Les recomiendo leer esta deliciosa novela.

Juan Carlos Eizaguirre
16.1.08

Thursday, January 08, 2009

Sayers, Dorothy L. LUNA DE MIEL. Mondadori, 2008. 486 páginas.

La editorial Ramdom House Mondadori está teniendo el acierto de reeditar en España las novelas de Dorothy Sayers (1893-1956).

Esta escritora inglesa cultivó más que nada el género policiaco, convirtiéndose en un referente de la novela negra en la primera mitad del siglo XX. Si bien es en EE.UU. donde nace este modo literario, Inglaterra no le va a la zaga, pues no sólo contó con esta novelista; hemos de añadir los nombres de Chesterton, Agatha Christie o P. D. James, aunque el modo de trabajar de los escritores británicos se distingue a la legua del género negro americano. La diferencia fundamental estriba en el ritmo narrativo. Mientras que Hammett, Chandler, Wallace y otros optan por una novela cercana a lo sórdido, con protagonistas principales del tipo antihéroe: broncos, desaliñados y chulescos, los ingleses, fieles a su tradición, crean escenas y espacios amables, donde la policía o un detective privado indagan sobre hechos delictuosos. Aunque ambas corrientes persiguen los mismos fines, se distancian en la forma de exponer los hechos.

Así, un escritor inglés creará un detective dandi o de refinados modales que, con cierta falta de premura, indagará, interrogará a los muchos implicados en el crimen. Este modo de contar de ser alabado por sus fluidos diálogos, su chispeante ironía y el uso del acertijo para desenmascarar al delincuente.

Sin embargo en un escritor americano, primará la velocidad de la acción y el ingenio para tender trampas, que le sirven para descartar sospechosos o descubrir a los culpables. Todo ello protagonizado por un expolicía o detective privado, que no se lleva muy bien con las autoridades policiales.

LUNA DE MIEL es un ejemplo muy preciso para analizar el tipo de novela negra inglesa. Su protagonista es un lord al que gusta entrometerse (y con acierto) en crímenes por desvelar, casado con una escritora de novelas policíacas. En el caso que nos ocupa, la pareja acaba de contraer matrimonio y pasa su luna de miel en un lugar de la campiña inglesa. Y es precisamente en su casa donde se comete un asesinato; asesinato pulcramente contado, sin describir a la víctima. La famosa flema inglesa preside toda la historia, tanto en el modo de ser contada, como en el modo de sucederse los acontecimientos.

Pero después de descubrirse al asesino y encarcelarlo, la novela sigue. El motivo no es otro, por parte de Sayers, de descubrirnos la condición “mortal” del brillante matrimonio, sus defectos, sus fantasmas y debilidades interiores. Esto me parece una buena solución, que da más contundencia a los hechos narrados.
Juan Carlos Eizaguirre
8.1.09